TERAPIA REGRESIVA
Hace treinta años conocí a Brian Weiss, uno de los psiquiatras más célebres del siglo xx. Cayó en mis manos uno de sus libros:“Muchas vidas, muchos maestros”, y después de leerlo y quedarme absolutamente fascinada con la idea de que podríamos haber vivido muchas vidas y tener información oculta de cada una de ellas, sentí que era un campo que quería explorar. A lo largo de toda mi trayectoria profesional como terapeuta me he dado cuenta de que muchos de los conflictos se encuentran en lugares aún inexplorados de la mente humana. A través de la terapia regresiva podemos entrar mediante un proceso de relajación profunda, a esa isla mental protegida por guardianes que custodian información valiosa para la resolución de problemas, de la vida actual del paciente. La terapia regresiva posee las llaves que abren las puertas de ese inconsciente que conecta con el alma. El cliente viaja por ese mundo interno rescatando señales que luego utilizará en el camino de su vida, el terapeuta en este caso solo acompaña de manera no directiva pero si muy presente. De esta forma, la persona puede confiar plenamente y entregarse a la experiencia. Los resultados son asombrosos. Los procesos variarán dependiendo del conflicto y de la persona. Se realiza a nivel individual y en cada sesión al terminar, ordenamos la información dejando que las emociones afloren libremente, liberando la energía que quedó atrapada en ella.